viernes, 20 de marzo de 2009

Opinión: La traición


Ha sido una semana difícil. Primero por la sesión en la cual tratamos y aprobamos el adelantamiento de las elecciones que cambia sustancialmente los proyectos que teníamos para este año, pero que , analizados los fundamentos a favor y en contra de ello, entendimos teníamos que apoyar.
Luego, la presión ejercida por el sector agropecuario para bajar al dar el quorum fue decididamente dura de afrontar.
Pero lo hicimos. Personalmente los recibí en mi despacho, conversé con ellos y les expliqué mis motivos y los de mis compañeros para no dar quorum.
Todo en un clima de respeto mutuo, pero con la lógica tensión que ello implica.
Pero hoy, nos encontramos con carteles ofensivos hacia mí y Cristina Cremer de Busti, lo cual no podemos aceptar, porque no sentimos que traicionamos a nadie.
Traicionar es prometer y no cumplir.
Traicionar es enconderse, no dar la cara.
Traicionar es mentir.
Traicionar es no buscar una solución al problema que nos plantean, hacerse los distraídos, hacer la plancha como algunos.
Por eso duele, profundamente, porque incluso habíamos proyectado hablar con el bloque la semana próxima para pedir que se aceleren los tiempos para bajar al recinto y dar una discusión seria sobre un proyecto serio.
Dueloe porque esto nos aleja, nos pone en veredas enfrentadas y nunca fue nuestra intención. Siempre dimos muestras de diálogo, de comprensión y de acompañamiento.
Con estas actitudes producen en nosotros sentimientos lógicos de todo ser humano y nos obligan a cerrar puertas que hasta ayer estaban abiertas.
Las posturas extremas nunca son buenas, impiden la negociación en el medio de un conflicto en el cual se han confundido los ejes.
Y para negociar hay dos premisas: hay que dialogar y cada parte tiene que ceder algo, es un proceso de dos. Lamentablemente , para mí, una de las partes lo olvidó.

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